marți, 8 septembrie 2009

El patito feo de la inmigración

Nadie quería jugar con él. Pero todos sabemos que el patito feo de Andersen acabará por crecer y por volverse un hermoso cisne. Ojalá que muchos recordemos esta bella metáfora y... nos acerquemos a jugar con el patito feo rumano que esconde el tesoro de un país hermosísimo lleno de lugares de interés, una bella geografía, una población variada e interesante, una larga y dura historia. Música, literatura, cine, teatro, artes plásticas, filosofía. Propuestas para la Europa del siglo XXI. Esperar y ver.
Jugar con el patito feo, superar los prejuicios, la indiferencia, el desinterés. Descubrir el lado amoroso de muchos miles de rumanos y rumanas que están por todas partes en nuestras ciudades y pueblos.
Pero ¿quién quiere acompañar al patito hasta que sea un hermoso cisne?

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