Nuevas aventuras del patito rumano

Está en portada en "El Correo", está en titulares en el Teleberri, se matan por hacerle entrevistas. Han puesto maquinita de números para poder acercársele en el parque junto al estanque. Hay listas de espera. El pobre, que en el fondo es tímido, está agobiadillo, no le va nada el famoseo.
Pero es que resulta que un día uno y luego otro, los visitantes del parque empezaron a mirarle con el corazón. Y claro... ¡se descubrió el pastel! Empezaron a ver un espléndido cisne dorado, el cisne más hermoso de toda Centroeuropa. Y ahí le tenían, brillando y a la vez camufladito en su look de patito rumano con el librito de Eminescu debajo del ala. Lleno de secretos. Un diamante oculto entre los arbolitos.

Y ahora que le veo tan rodeado de gente, no paro de preguntarme... hummm, ¿y si me lo meto discretamente en una bolsa y me lo saco de aquí, y me lo llevo a otro parque, para que esté más tranquilo, el pequeño patito rumano? Pues no. No puede ser. Nadie aguantaría el mono. ¡Estamos enganchados! No podemos estar sin ver la miradita preciosa del patito más misterioso del parque.

Ay ay ay, este patito tendrá que irse acostumbrando. Gajes del oficio. ¡¡Todo el mundo quiere estar con él!!