luni, 28 octombrie 2013
«Cuando migras hay mucha soledad»
«El día que me fui de Rumanía, me encontré con mis amigos y compañeros del Bachillerato. Teníamos 18 años. Ellos iban al instituto. Yo me iba del país. Cuando supieron que iba a montar en un autobús rumbo a España, me dijeron que estaba loca, que qué iba a hacer aquí... Pero yo no me podía quedar allí. ¿A hacer qué, si mi familia no tenía dinero para mandarme a la universidad? No había oportunidades ni trabajo. Quería ser independiente y hacer mi vida con mis propias manos. Viajé desde mi pueblo hasta Ciudad Real. Vine a la vendimia».
Así comienza el relato de Andreea Dragoescu, que vive en Getxo desde hace años y tiene una tienda de productos típicos de su país. Aunque logró construir esa vida, incluso ha formado una familia aquí, está convencida de que su historia no es la más bonita ni la más feliz de cuantas pueden contarse. «Cuando migras hay experiencias muy duras, momentos muy tristes y mucha soledad. Pero, si no tienes otro remedio, ¿qué haces?», se pregunta mientras acomoda la mercadería que acaba de llegar.
Andreea viajó en septiembre con una amiga. «El padre de ella ya vivía en Ciudad Real. Por eso elegimos Castilla-La Mancha». Pasó los siguientes tres meses en el campo, vendimiando, aprendiendo el idioma con sus compañeros de faena. «Había dos viejitos que todavía trabajaban, pese a ser muy mayores. Con ellos aprendí a hablar. Me enseñaron desde palabras complicadas, esas que usan los abogados o los médicos, hasta palabrotas», recuerda con cariño.
En medio de su aventura, mientras descubría que «las manos se quedan negras con la vendimia y no hay cepillo que quite las manchas», la abuela de Andreea falleció. «Pensé en volver de inmediato, pero mis padres me detuvieron. Ya no podía hacer nada, la situación no iba a cambiar. Tenía que seguir luchando». Se quedó. Poco después, acabó la temporada de las uvas. Lo siguiente fue un golpe duro, otro desencanto: «el padre de mi amiga no resultó ser buena compañía, vamos a decirlo así. Me marché».
Andreea empezó a buscar trabajo en Ciudad Real. «Iba puerta por puerta, hablaba con las señoras en la calle... Podría haber elegido otro camino, claro. Pero yo respeto mi cuerpo. Siempre tuve muy claro que venía a trabajar, no a robar ni a prostituirme». Sola y sin ahorros, llamó a una prima suya que vivía en Bilbao. Le explicó la situación y su prima no dudó en decirle que se viniera a su casa. «Todavía me acuerdo de la espera en la estación de autobuses, en Madrid. Estuve un día entero. Cuando pienso en esa etapa me dan ganas de llorar», reconoce con un nudo en la garganta.
El primer trabajo
Su prima la recibió en Bilbao y en su casa. Mientras Andreea buscaba trabajo -tardó cuatro meses en conseguir el primero- se dedicó a las tareas domésticas. «Qué menos -dice-. Mi prima me animaba mucho, me decía que no me diera por vencida, me hizo sitio en su casa... Lo mínimo que podía hacer yo era mantener todo limpio, cocinar. Cuando encontré mi primer trabajo, en casa de una señora, compré algunas chuches para mis sobrinos». Las cosas empezaron a ir mejor. En esa época, además, Andreea conoció al hombre que hoy es su marido. «Él también es rumano. Somos de dos pueblos que están a mil kilómetros de distancia entre sí y, mira cómo son las cosas, acabamos conociéndonos aquí».
Durante un buen tiempo, Andreea se dedicó al cuidado de niños. «Hubo un par de pequeñas, en Las Arenas. Ellas terminaron de enseñarme a hablar en castellano: si me equivocaba, me corregían», relata con una dicción impecable. Claro que, para lenguas, nada como su propio hijo, que «tiene ya tres años y habla tres idiomas. Cuando se pone a hablar en euskera no hay quien lo entienda. Mi marido y yo solo sabemos lo básico: kaixo, agur y contar hasta diez», admite.
«Queremos que nuestro hijo tenga una vida mejor que la nuestra, que no tenga que marcharse obligado por las circunstancias. Él es todo para nosotros y también para los abuelos, que han venido a conocerle, pero siguen en Rumanía», explica. «Esa es quizá la parte más difícil ahora, la distancia. Nosotros no podemos volver allí porque la situación es peor que antes y ni se nos pasa por la cabeza vivir de la pensión de nuestros padres. Y ellos tienen allí su vida, su casa, sus gallinas... Cuando vino mi madre, mi padre se quedó al cuidado de los pollos. Pero ella acabó yéndose antes de lo previsto. Decía que mi padre no sabía cuidarlos bien, que se le iban a morir y que no tendrían qué comer en invierno».
joi, 12 septembrie 2013
miercuri, 19 iunie 2013
Noi nu mai avem dreptul să iubim.
"Noi nu mai avem dreptul să iubim.
Fiindcă ştim: repede trecătoare e febra,
Mirarea, durerea, ruşinea...
Nesfîrşită, nesfîrşită oboseala.
Oboseala de după dragoste. În care uiţi, eşti uitat.
În care din tine nu mai rămîne decît un abur
Care se destramă, încet.
Nici o urmă în aer, pe masă, pe covor, în piele.
Nici o urmă pe cearceafurile proaspăt spălate.
Doar oboseala. Nesfîrşită. Oboseala."
Alexandru Mușina
(1 iulie 1954 - 19 iunie 2013)
marți, 2 aprilie 2013
Perioada medievală şi începutul epocii moderne: Ţiganii din spaţiul românesc în scrierile călătorilor străini
În spaţiul românesc, ţiganii au sosit la sfârşitul veacului al XIV-lea, aşa după cum o arată documentele de cancelarie domnească, care îi menţionează pe robii ţigani ai domniei, ai boierilor şi ai mănăstirilor. Alături de robii ţigani, în Moldova, sunt amintiţi şi robii tătari, iar în Ţara Românească, cei bulgari, dar de la sfârşitul veacului al XVI-lea, robia devine o instituţie a statului care îi cuprindea exclusiv pe ţigani, proveniţi din prizonierii de război, din danii, moşteniri sau cumpărări, puțini fiind cei liberi, dezrobirile fiind rare. Sunt menţionaţi în documentele de cancelarie domnească, care surprind în special latura juridică şi, de asemenea, de către călătorii străini, atenţi mai mult la trăsăturile lor fizice, la înfăţişare, la tradiţii sau la traiul lor patriarhal.
Interesul străinului pentru „tipuri omeneşti ciudate sau măreţe...”
Călătorii străini care au surprins imagini ale societăţii româneşti medievale au acordat o atenţie însemnată locuitorilor acestor meleaguri, români sau aparţinând altor etnii. Ţiganii nu puteau lipsi, călătorii străini fiind interesaţi de situaţia lor juridică şi socială deosebită, dar şi de pitorescul şi exotismul acestei populaţii. Nicolae Iorga, care a înţeles rolul Istoriei românilor prin călători, remarca interesul străinului pentru „tipuri omeneşti ciudate sau măreţe: ţiganul supt toate aspectele lui de maimuţă umană, lângă demnitatea sigură a ţăranului nostru, lângă neastâmpărul raselor orientale”1.
joi, 28 martie 2013
marți, 26 martie 2013
Miradas sobre la Casa de Economii și Consemnațiuni (1864), en Bucarest
Fotos de Santi (2010), gràcies!
luni, 25 martie 2013
Entre Roumanie et Moldavie, une « tour Eiffel couchée » qui traverse la rivière Prout
À la frontière entre la Roumanie et la Moldavie, il est un ouvrage architectural bien peu connu, le pont de métal qui traverse le Prout, construit en 1877 par l’ingénieur français Gustave Eiffel, à la veille de la guerre russo-turque. « Nous l’appelons la tour Eiffel couchée » aiment à plaisanter les habitants de la région. Chargé d’histoire, ce pont ferroviaire est rarement accessible aux visiteurs.
- Les plans de Gustave Eiffel
Le pont sur la rivière Prout qui relie les villes de Iași, en Roumanie et d’Ungheni, en Moldavie, est un monument protégé par l’État. « Nous l’appelons la tour Eiffel couchée. Bien qu’il soit d’une rare beauté, il ne peut être admiré par les touristes, car il est situé sur la frontière », explique Alexandru Ambros, le maire d’Ungheni.
Les occasions de visiter le pont frontière entre la Roumanie et la Moldavie sont rares. En 2012, il a été ouvert au public à deux reprises, le 27 avril, à l’occasion du 135e anniversaire de sa mise en service et, le 1er septembre, pour les « jours d’Ungheni ».
La première voie ferrée à avoir traversé le Prout, frontière naturelle séparant les deux parties de l’ancienne Moldavie, aujourd’hui divisée entre la Roumanie et la république de Moldavie, a une histoire bien à elle. Entrée en fonction en 1876 (du temps où la Moldavie faisait partie de la Roumanie), la ligne Iași-Chisinau-Ungheni a été voulue à la fois par la jeune principauté roumaine, qui cherchait à ouvrir une nouvelle route vers le port ukrainien d’Odessa, et par l’Empire tsariste, qui avait des vues sur la sphère d’influence géopolitique de l’Empire austro-hongrois, auquel appartenait, entre 1868-1918, la partie centrale de la Roumanie.
Rencontre au sommet entre le tsar Alexandre II et Carol 1er de Roumanie
A l’issue de négociations engagées en 1869 après une rencontre entre le tsar Alexandre II et le prince Carol Ier de Roumanie, les deux pays décidèrent de créer un nouveau passage frontalier au niveau d’Ungheni. Commencée au printemps 1871, la construction de la ligne de chemin de fer progressa relativement vite, et le 28 avril 1873, la Société russe de navigation et de commerce inaugurait les 72 kilomètres du premier tronçon, réalisés par la société Lidkowski. Au début de la même année, la première entreprise privée de construction ferroviaire de Roumanie, dirigée par l’ingénieur Grigore Heliad, lança le chantier des 21 kilomètres reliant Iasi à Ungheni, du côté roumain, tronçon officiellement mis en service en août 1874.
Toutefois, la nouvelle jonction transfrontalière entre la Roumanie et l’Empire russe ne s’effectua que le 12 février 1876, avec le passage du premier train au-dessus du Prout. Construit au départ en bois, le pont n’était pas assez sûr pour résister à de fréquentes traversées. Or la détérioration rapide de la situation géopolitique dans les Balkans nécessita la mise en œuvre d’une version définitive, qui fut conçue et construite par le célèbre ingénieur français Gustave Eiffel.
Ecartement des rails variant au gré des guerres et mésententes
Inauguré le 14 mars 1877 et très utilisé pendant la guerre russo-turque de 1877-1878, ce pont métallique est toujours en fonction aujourd’hui. Les trains de voyageurs et de marchandises qui transitent entre la Roumanie et la république de Moldavie l’empruntent quotidiennement. L’un des aspects les plus intéressants de l’exploitation de ce chemin de fer tient aux changements périodiques de l’écartement des rails, qui se sont succédé au gré des guerres et mésententes qui ont rythmé les relations russo-roumaines.
Construit en écartement large (de type russe, soit 1.524 mm), le tronçon entre l’ancienne capitale de la Moldavie et le poste frontière d’Ungheni a été partiellement modifié pour faciliter le passage par la Roumanie des armées tsaristes engagées dans des opérations militaires contre les Turcs, sur le territoire actuel de la Bulgarie. De l’autre côté de la rivière, les troupes roumaines ont quant à elles établi une ligne à écartement européen standard (1.435 millimètres).
En 1918, après la proclamation de la réunion de la Bessarabie (partie de la Moldavie jusqu’alors contrôlée par la Russie) avec la Roumanie, l’intégralité de la voie ferrée Iași-Chisinau fut refaite selon l’écartement standard.
En 1940, la Bessarabie, de nouveau annexée par l’URSS et devenant la Moldavie soviétique, le réseau ferroviaire revient alors à l’écartement large. Lequel changea une fois encore à partir de juin 1941 pour permettre le passage des troupes de l’Axe dans leur offensive contre l’armée Rouge. Plus tard, en 1944, lorsque, après un bref retour dans le giron de la Roumanie, entre 1941-1944, la Moldavie fut réintégrée dans l’URSS, seul le tronçon situé sur le territoire roumain revint à l’écartement standard. Aujourd’hui, l’écartement large est toujours en vigueur dans les chemins de fer moldaves, ce qui explique, avec les changements de locomotives, l’interminable durée du trajet entre Iași et Chisinau.
miercuri, 20 martie 2013
Miradas sobre la Calea Victoriei, en Bucuresti
http://bucurestiinoisivechi.blogspot.com.es/search/label/Calea%20Victoriei
Imaginando una Bucureşti de colores...
http://www.bucurestiivechisinoi.ro/2012/01/top-10-cladiri-reprezentative-din-bucurestii-gri/
sâmbătă, 16 martie 2013
Cum vorbesc românii: de la graiul dulce al moldovenilor, molcomul ardelenilor şi „fruncea“ bănăţenilor la „miticismele“ bucureştenilor
Limba română, în toate variaţiile ei, este studiată atent în ultimii mai bine de 100 de ani de lingvişti şi, mai recent, în cadrul unor ramuri de cercetare precum sociolingvistica, psiholingvistica sau geografia lingvistică.
Citeste mai mult:
http://adevarul.ro/news/societate/cum-vorbesc-romanii-graiul-dulce-moldovenilor-molcomul-ardelenilor-fruncea-banatenilor-miticismele-bucurestenilor-1_51446ba500f5182b85155416/index.html
joi, 14 martie 2013
Miradas sobre Nicu Alifantis
Nicu Alifantis este un cântăreț de muzică folk, actor și poet din România.
(...) Născut la 31 mai 1954, la Brăila din părinți greco-macedonieni, face studii muzicale particulare și debutează scenic în 1973.
(...) După armată devine membru al Cenaclului Flacăra, condus de poetul Adrian Paunescu, și participă la majoritatea "întâmplărilor artistice", melodii ale sale figurând pe compilațiile Folk 1 și 2 apărute la Electrecord în 1977 și, respectiv, în 1978. În 1983, la apariția casetei de discuri care marca 10 ani de activitate a cenaclului, Nicu Alifantis este cel mai bine reprezentat cantautor de pe acest album.
(...) Între 1973 - 2002 a susținut 4036 concerte.
20 entradas Bilbao România en el blog "Comme l´eau qui coule"
Durante 2011, 20 nuevas entradas sobre temas rumanos en el blog acuático. Visita el enlace:
http://ombramaifubh.blogspot.com.es/search/label/Rom%C3%A2nia%20Aici%20Bilbao
(Foto de Santi 2010)
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